Con senderos ecológicos llenos de aves, bosques de conservación en la reserva forestal del Nima, viveros comunitarios, producción agrícola y pecuaria, artesanías, rutas y senderos para la aventura, entre otras riquezas, se gesta la nueva promesa del Turismo de Naturaleza para los vallecaucanos; se trata del Corredor Turístico del río Nima, ubicado en zona rural de Palmira.
Entre el verde de sus montañas, paisajes y su gente cálida se encuentran diversas actividades por realizar, se trata del Corredor Turístico del río Nima, sitio donde se ejecuta el ‘Programa de Turismo de Naturaleza para el área protegida, Reserva Forestal Protectora Nacional, RFPN, río Amaime y su zona de influencia, y la subcuenca del río Nima’.
Esta es una iniciativa de la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma de Occidente, en convenio con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, apoyado por la EPSA y la Fundación Smurfit Kappa Cartón de Colombia.
El objetivo es desarrollar una estrategia para promover el Turismo de Naturaleza en esta zona, una actividad económica con perspectiva de negocios verdes que se encuentra en crecimiento, se proyecta con éxito y le apuesta al desarrollo de las regiones desde la sostenibilidad.
DATO CLAVE
El territorio cobijado por el Nima tiene diferentes corregimientos y veredas, entre los más importantes se encuentran: Tienda Nueva, Tenjo, San Emigdio, Potrerito, El Olivo y Calucé. En la zona hay diversidad de fauna y flora, y cuenta con más de 15 fuentes hídricas, así mismo, tiene una de las zonas de montaña y alta montaña más importantes en el Departamento en el complejo de las Hermosas en la zona de la Nevera.
Germán Morales Zuñiga, docente de la Escuela de Turismo explica que “esta zona tiene una gran importancia ecosistémica para el Valle del Cauca, es por eso que poder trabajar en la consolidación de un programa de Turismo de Naturaleza, permite planificar el desarrollo de la zona y abre un espacio para la participación de las comunidades locales para aportar al desarrollo local sostenible”.
Encantos escondidos del Valle del Cauca
Uno de ellos es el sendero ‘La Mariposa’ que conduce al vivero San Emigdio, donde se cultivan variedad de árboles en pro de la reforestación. En el mismo camino se llega al hogar de Gloria Valencia y Rodolfo Gaviria, dos artesanos que realizan todo tipo de tejidos y manualidades, desde bolsos hasta hamacas.
Siguiendo río arriba se llega a fincas encantadoras ubicadas en la vereda ‘El Olivo’, a las que se llega caminando entre cultivos de café y plátano. La primera se llama La Soledad, finca de Alberto Jurado, quien a sus 88 años cultiva y procesa café de manera orgánica; luego está la finca Villa Esperanza, rodeada de cultivos de café, plátano y tomates sembrados en invernadero, su mayor atractivo es la hermosa vista panorámica al Valle del Cauca.
Un sitio que se disfruta después del posconflicto
En la zona alta del río Nima se encuentra el corregimiento de Tenjo, y a entradas del pueblo está el Sendero del Agua, un punto ecológico con potencial en observación de variedad de aves.
Gladis Castillo, una de sus habitantes, afirma que en el marco del posconflicto el cambio a nivel turístico ha sido impactante, pues desde hace unos 5 a 6 años, la gente ya puede realizar caminatas, actividades como el senderismo, entre otras que han tenido acogida y apoyo de la gente de la ciudad de Palmira y de otros sitios.
Flora cultivada en la región
Gerlin Majín hace parte de las mujeres que conforman la Asociación de Mujeres de Tenjo, Asomutenjo. Desde hace varios años trabajan apasionadamente para que el vivero ‘El Encanto’ siga creciendo y ayudando a potenciar sus ingresos económicos y su calidad de vida. En el lugar se cultivan aproximadamente 25 especies de plantas, en su mayoría ornamentales.
Noticias relacionadas
Informes
Escuela de Turismo
Universidad Autónoma de Occidente
PBX: 318 8000, exts. 11455 y 14151
Correos electrónicos: gmorales@uao.edu.co – cbalanta@uao.edu.co
